Un diente que está montado por bacterias puede desarrollar una cavidad y esta cavidad puede comer lejos los tejidos sanos de los dientes. Un dentista puede resolver este problema con un relleno dental. El relleno está formado por, primero, la limpieza de la superficie del diente y luego cubriendo la cavidad con un material de relleno dental apropiado.
En el pasado, el material de relleno dental más comúnmente utilizado era la amalgama de plata, donde varios metales se combinan entre sí mediante el uso de mercurio líquido. La amalgama puede ser llevada en la cavidad y puede ser embalado, formada y pulida para parecerse a la anatomía natural del diente. Aunque no es exactamente estéticamente atractivo, la amalgama proporciona una resistencia excelente, pero se ha enfrentado a una gran controversia en los últimos años debido a que el contenido de mercurio de los empastes de amalgama que se están relacionado con la incidencia de envenenamiento por mercurio.
Hoy en día, los empastes blancos se usan más por los dentistas y muchos de los viejos empastes de amalgama de los pacientes están siendo cambiados para empastes blancos. Aparte de que es un relleno de restauración seguro y saludable, de color blanco o empastes de resina, se han hecho populares debido a los siguientes motivos:
- Los rellenos son del color del diente y son estéticamente más atractivos. Los empastes de amalgama son plateados y a veces parecen negros, y se ven sucios. Empastes de resina compuesta pueden coincidir con el color del diente para que no se noten como los rellenos de plata.
- Los empastes blancos son libres de metal y no se pone en peligro de contraer un relleno sensible al calor. El metal es un buen conductor del calor y el mismo es cierto para los empastes de amalgama, pero esto no va a ser un problema con los empastes blancos.
- Dado que los empastes blancos se mezclan bien con apariencia de los dientes, hacen muy buenos materiales de relleno para el trabajo cosmético, en los dientes anteriores. Pueden ser utilizados para la unión dental, para el cierre diastema y tantos otros fines dentales cosméticos.
- La amalgama de plata tienen la tendencia a corroerse y manchar los dientes y las encías adyacentes al relleno. Esto no sólo es desagradable, tampoco es saludable. De hecho, a veces, cuando los empastes de amalgama están siendo reemplazados por los empastes blancos, el dentista encuentra que el diente se ha manchado por el metal. Los empastes blancos no causarán ninguna mancha en el diente.
- Cuando los empastes de amalgama de plata se dan a un diente, requieren un tipo específico de preparación. Se requieren rellenos más divergentes por lo que más superficie del diente tiene que ser eliminada. Los rellenos compuestos se basan en el material de unión para que pueda ser retenido en el diente para que no requiere una extensa preparación, mucho de la superficie del diente sano se conserva.
- Las restauraciones que se dan en los empastes de dientes de color o blancos tienden a ser más fácil de realizar. Los empastes de amalgama son de técnica más sensible y se siguen pasos muy precisos, por lo que necesitan más tiempo para llevar acabo en comparación con las restauraciones con empastes del color del diente. Es, por lo tanto, menos exigente en el paciente y el dentista.